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PARA UNA REFLEXIÓN EN TORNO A LA CABALLERÍA MEDIEVAL

Por: Jorge Adrián Pérez Fuentes.

  • Licenciado en Educación.
  • Profesor de Historia, Geografía y Ciencias Sociales.
  • Magister en Historia de Occidente.
  • Magister en Educación, Mención Gestión de Calidad.
  • Diplomado en Estudios Medievales
  • Diplomado en Liderazgo Educativo
  • Editor de contenidos en: www.medieval.cl

La caballería medieval es fruto de los grupos aristocráticos, siendo una subdivisión, en un principio, del mundo laico, constituido por hombres ricos que no tenían otra ocupación más que la guerra. A pesar de ser, los caballeros, un reducido grupo de elite, éstos fueron dominantes, en relación al resto de la población y estaban eximidos de la obligación de pagar tributo, ya que, eran dueños de la riqueza más importante del mundo medieval: la tierra. Por lo cual, se dedicaban a su defensa, tal como la de su familia, señores o reyes.

A medida que pasó el tiempo, destacaron por su por su destreza bélica y gallardía, convirtiéndose en los mejores guerreros de la cristiandad medieval, rápidos, imponentes y resistentes en los combates, al punto de todo el peso de la batalla recayó sobre ellos, así como, también, el reconocimiento.

Para ser caballero en la Edad Media se debía ser un hombre libre y muy rico, ya que no recibía subvención alguna, viéndose en la obligación de costearse, por sí mismo, todos los gastos que significaban adquirir su armamento y mantener a su caballo. Además, requeriría, en un principio, de dos personas más: un escudero y un paje.

Por lo anterior, el caballero debía tener los suficientes recursos como para, además, tener el número suficiente de subordinados que se encargasen del mantenimiento y explotación de sus terrenos, mientras él andaba en campaña. Lo cual le dio, a la caballería, un status social muy exclusivo, que estaría conformado por la más alta aristocracia terrateniente especializada en el Arte de la guerra, siendo conocidos, en la Edad Media, como Militia o Miles, que, posteriormente, sería traducido a lenguas vernáculas como Cabalier o Chevalier.

Para el siglo X la caballería se había consolidado como tal, siendo poseedora de una antigua tradición, la cual los designaba como protectores del pueblo y de la Iglesia. Sin embargo, no estaban exentos de la muerte y el juicio divino, lo cual provocaba un horror generalizado en la población, sin embargo, los caballeros miraban la muerte con valentía y desprecio, mientras que sus actos heroicos y cristianos expiaban sus culpas.

El aburrimiento y la rutina campesina obligaban al caballero a ir en busca de diversas aventuras, incluso en tierras que quedaban muy lejos de las propias, esto dio origen al caballero andante, quien recorría los más desiguales territorios, incluyendo los temidos y misteriosos bosques, en busca de las más diversas aventuras que le darían gloria, grandeza y honores.

La violencia era algo común para el caballero medieval, al igual que para todo el contexto en general, aunque, si reflexionamos, nuestra actualidad no está exenta de violencia, a tal punto que se ha convertido en un espectáculo atrayente para ciertos colectivos, o validada cómo un deporte formal o no, o está muy presente en la televisión, los videojuegos, es cosa de mirar nuestros noticiarios que dan cuenta, diariamente, de diversos hechos de violencia.

La diferencia radica en la macabra utilización de la violencia en el ámbito público, como una forma de mantener el orden de la comunidad, de lo cual encontramos rasgos incluso en nuestra histórica etapa colonial. La horca, la hoguera, la mutilación, los castigos públicos, las sentencias de la santísima inquisición, todos realizados a vista y paciencia de la comunidad, aprovechando alguna festividad y utilizando el lugar más concurrido o central, donde toda la comunidad pudiera aprender a que calamidades se exponían si osaban desobedecer o desafiar a la Iglesia o la autoridad. De haberse realizado escondido en un bosque no hubiesen tenido los efectos esperados.

Además de lo expuesto, encontramos que al mundo medieval lo caracterizó una lucha constante por la sobrevivencia y la falta de métodos eficaces para la conservación de alimentos obligaba a la sociedad al acopio de éstos, en caso de malas cosechas, provocando la desesperados y sorpresivos ataques de diversos grupos dedicados al saqueo o los pillajes para sobrevivir.

… La vida en el Medioevo era muy dura, si la analizamos desde nuestro punto de vista, que vivimos en una sociedad en que la lucha por la supervivencia está ya casi ganada. En cambio, en aquel tiempo, lo más importante para lograr sobrevivir era procurarse el sustento diario, es decir, lo más importante para el individuo medieval era la alimentación

Es por ello que la sociedad medieval es considerada por muchos autores como la sociedad del hambre.

Ya entrando a la Baja Edad Media la caballería va a establecer una especial relación con la cristiandad, surgiendo las órdenes religiosas y militares, además de jugar un rol fundamental en la literatura medieval, dando origen a todo un movimiento relacionado con el amor cortesano. Ambas variables serán abordadas en las siguientes entradas.

REFERENCIAS:

  • Montero, M. El espectáculo de la violencia; La estética del ensañamiento en el imaginario caballeresco de los textos épicos juglarescos y cortesanos.
  • Romero, A. La violencia medieval a partir de las Cántigas de Santa María.
  •  Rojas, L. Para una Meditación de la Edad Media.
  • Pérez. J. Historia y Mito de los Caballeros Templarios; Un enfoque pedagógico.
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